
El norte de la isla se caracteriza por sus dos grandes bahías, Cook y Opunohu que, según la leyenda, antiguamente eran solo una bahía, pero un lagarto dorado las dividió con su cola. De hecho, Moorea, el nombre de la isla, significa ‘lagarto dorado’ en su idioma local.
Moorea se caracteriza por sus rutas de senderismo, por el submanirismo que permite la cercanía con animales marinos y, por supuesto, como toda la Polinesia Francesa, por recibir turismo de lunas de miel.